Una pareja española debería tener 8 hijos y una renta de 30.000 euros anuales para disponer de las mismas ayudas que una familia alemana con dos hijos sin tener en cuenta el sueldo que entra en casa

Una familia española necesitaría tener diez hijos y ganar menos de 40.000 euros al año para disfrutar de las mismas prestaciones que una pareja de Luxemburgo con dos hijos y sin límite de ingresos. O tener 8 hijos y una renta de 30.000 euros anuales para disponer de las mismas ayudas que una familia alemana con dos hijos sin tener en cuenta el sueldo que entra en casa. A la luz de estos datos, no sorprende que nuestro país figure entre los que menos cuida a la familia de Europa, como destaca el Instituto de Política Familiar (IPF) en su último informe «La protección social de la familia en España».

Se trata del segundo estudio de una serie de cinco investigaciones que este organismo tiene previsto publicar hasta las elecciones generales. Una forma de hacer una llamada de atención a los partidos políticospara que tengan en cuenta a la familia en sus programas electorales. «Queremos dar respuesta a un doble desafío —cuenta Eduardo Hertfelder, presidente del IPF—. Por un lado, ofrecer la máxima información sobre la situación real y problemática de la política de familia, en asuntos como la conciliación, las actuaciones de las administraciones… Y además generar una serie de propuestas y alternativas para afrontar esta problemática y que los partidos políticos puedan incorporarlas a sus programas».

Sólo el 5,19% de las prestaciones sociales se dedicaron a la familia

El documento demuestra lo poco que se ha avanzado en la última década cuando se trata de dar prioridad a la familia, a la que apenas se otorga importancia y recibe una atención «casi marginal». Y la crisis ha agravado esa situación. De hecho, en 2013, sólo el 5,19% de todas las prestaciones de protección social en España se dedicaron a la familia. «Desde 2002 —señala este análisis— nunca se había destinado tan poco porcentaje» por este concepto. Aquel año fue un 4,55%.

Si se traduce los porcentajes a cifras contantes y sonantes, hoy día, de cada 19 euros que se destina a gastos sociales, solo uno es para hacer frente a prestaciones de protección a la familia. Por tanto, dice el IPF, las ayudas a la familia «no son una prioridad para las administraciones».

A la cola de Europa

El IPF ofrece una serie de datos para demostrar la precaria situación de la familia en España comparándola con nuestros vecinos europeos. Y el poco esfuerzo que se hace por favorecer a esta institución. En cifras globales, también el PIB dedicado a la familia ha caído. En 2013 solo fue el 1,3%. Cinco años antes había sido el 1,43%. Unos porcentajes muy alejados de la Unión Europea, que destina de media el 2,2% de su PIB a la política de familia.

De esta forma, España se encuentra entre los países europeos que menos porcentaje de su PIB otorga a esta institución. Ocupa el puesto 21 de los 28 Estados de la UE. Al mismo nivel que Rumanía y Portugal.

«No ha habido voluntad política de mejorar las prestaciones a la familia»

Pero además tenemos mucho que envidiar a nuestros vecinos europeos cuando se analizan otros indicadores. Por ejemplo, la UE dedica de media casi el doble que España en prestaciones familiares por habitante y año: 569 euros frente a nuestros 303. Y esa brecha crece con el tiempo. Una vez más, también nos situamos entre los peores de Europa. «No ha habido voluntad política de mejorar las prestaciones a la familias anualmente», sostiene el IPF, unas ayudas que, por otra parte, se han ido devaluando con el paso de los años.

Ayudas con limitaciones

La familia española solo puede percibir cuatro tipos de asignaciones directas, sin embargo todas ellas tienen restricciones. Por ejemplo, la paga de cien euros al mes que reciben las madres trabajadoras hasta que el hijo cumple tres años, ha perdido desde 2003 un 24% de su valor real.

El IPF se detiene en analizar la prestación por hijo a cargo,precisamente una de las ayudas que el Gobierno estudiará mejorar, como recoge el Plan Integral de Apoyo a la Familia (PIAF) que se aprobó el pasado mes de mayo. Esta asignación permanece congelada desde hace quince años. Es además una de las más bajas del continente:24 euros al mes, mientras la media europea se sitúa en 91 euros. Por si fuera poco, en el caso de España esta prestación está sometida a un límite de renta también bajísimo (11.547 euros anuales por unidad familiar), mientras que en gran parte de los países vecinos tiene carácter universal, es decir, la perciben todas las familias independientemente de los ingresos que tengan.

Con estas restricciones sólo un 11% de las familias españolas tienen derecho a esta prestación, frente al 83% de las europeas. Como ejemplo de las limitaciones que existen para recibirla, el IPF dice que una pareja española donde ambos cónyuges trabajen y obtengan unos ingresos equivalentes al Salario Mínimo Interprofesional no tendrían derecho a recibir esta asignación por superar el límite de renta familiar.

Propuestas de mejora

Ante este panorama, el IPF ha elaborado una larga lista de propuestas para mejorar la situación de las familias españolas que podrán incorporar los partidos en sus programas electorales. Promover unPacto de Estado sobre la familia con las Comunidades Autónomas y los ayuntamientos; crear una Secretaría de Estado de Familia y establecer un Plan de sensibilización social a favor de la familia son algunas.

Y en concreto, apuesta por mejorar todas las ayudas económicas: incrementar la prestación por hijo a cargo, aproximándose a la cuantía de media europea (91 euros al mes), con carácter universal para que todas las familias la perciban; aumentar la paga de 100 euros hasta 125 a las madres trabajadoras; revalorizar anualmente las asignaciones familiares y destinar el 2,2% del PIB a favorecer a esta institución.

ABC/Familia

M. J. PÉREZ-BARCO / MADRID
Día 07/10/2015 – 01.32h
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