El presidente de la Federación española de Familias Numerosas (FEFN), José Ramón Losana, pidió ayer un pacto de Estado para la familia que establezca un marco estable de protección y garantice «unos mínimos generosos en todo el territorio nacional», informa Efe.Losana dijo que este pacto debe garantizar que no se produzcan discriminaciones por el hecho de que unas familias residan en un territorio u otro.Al mismo tiempo, dijo que ese mínimo generoso debe de estar en consonancia con las ayudas que se destinan a la familia en otros países de la Unión Europea, a su juicio más avanzados que España.«La familia es una cuestión de Estado, como lo es la justicia y el terrorismo» y debería de estar «por encima de cuestiones políticas y territoriales y precisa de una unidad de criterios y una voluntad política basada en un amplio consenso», explicó Losana.Asimismo, reclamó una «mayor implicación» de los hombres «en el cuidado de la casa y de los hijos». Losana, padre de doce hijos, denunció que «desgraciadamente hoyel trabajo está desplazando en muchos casos a la familia» y pidió a las empresas que pongan «los mecanismos necesarios para que el individuo no tenga que elegir entre trabajo y familia, sino quepueda desarrollarse de forma plena profesional y familiarmente».Por su parte, el psicólogo clínico José Pereira, profesor de terapia familiar y coordinador de la unidad de Salud Mental de Telde explicó el panorama de las familias reconstruidas españolas, de las que dijo que empiezan con dos historias «en las que el divorcio es un punto de enganche». Pereira dijo que «el 75 por ciento de los divorciados no saben relacionarse entre ellos tras la ruptura» y señaló que el creer que la fusión de dos familias beneficia a todos «es una idea equivocada».Pereira remarcó que el 35 por ciento de las parejas que se divorcian no vuelven a casarse y pueden estabilizarse como familias de progenitor único y que el 92 por ciento de los hijos quedan bajo la custodia de la madre tras la ruptura.