En gasto social, la mayor tajada se la llevan educación, vivienda y sanidad, mientras las familias numerosas reclaman al Gobierno que las ayudas a la natalidad se equiparen a las de Francia
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, entregó este martes, 27 de septiembre, en el Congreso de los Diputados el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2006. Coincidiendo con este trámite parlamentario, las familias numerosas españolas piden al Ejecutivo de Zapatero que las ayudas a la natalidad se equiparen a las que acaba de aprobar Francia. La reclamación está fundada en que el gasto social de los presupuestos, sobre el que el Gobierno ha puesto el acento, no contempla ninguna partida con destino a las familias. Una vez más, la familia es la gran olvidada por la Administración central.
El proyecto de los PGE contempla para el 2006 una evidente y positiva mejora en gasto social. Así, los principales esfuerzos se centrarán en educación, vivienda y sanidad. Sin embargo, a pesar del loable esfuerzo del Gobierno por mejorar estos ámbitos sociales, necesitados todos ellos de una considerable inyección económica, cabe preguntarse por qué el Ejecutivo socialista no tiene en cuenta también a la familia y el fomento de la natalidad.
Denuncia de las familias numerosas
La reivindicación ante el Gobierno de la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) hace referencia a las familias con más de tres hijos, que en Francia disfrutarán de una retribución anual de 750 euros al mes. La FEFN, que representa a 1,1 millones de familias con tres o más hijos, denunció que en España, a pesar de las promesas electorales realizadas en su día por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, no se promueve “ninguna iniciativa” de apoyo a las familias numerosas.
Zapatero se comprometió en la campaña electoral, ante un auditorio lleno de familias, a crear una ayuda directa por hijo hasta los 18 años para todas las familias sin excepción, a extender la ayuda de maternidad para acabar con la discriminación de algunas madres, a ampliar el actual permiso de maternidad y a crear otro de paternidad compatible con el de la madre.
A través de su responsable, Benigno Blanco, la FEFN afirmó que “el Gobierno español debería dejar de mirar hacia dentro y poner la vista en el país vecino para hacer política social de verdad, la que beneficia a la mayoría de los ciudadanos