España dedicó a ayudas a la familia y a la infancia sólo el 3% del presupuesto destinado a protección social en 2003, lo que la convierte en el país europeo que menos fondos destinó a este capítulo, según datos de Eurostat hechos públicos ayer por la Comisión Europea.
Los países de la Unión Europea dedican una media del 8% del total del gasto en protección social a este tipo de ayudas, equivalente al 2,1% del Producto Interior Bruto (PIB). Los más generosos son los luxemburgueses, cuyas familias y niños reciben ayudas equivalentes al 17,7% del total del presupuesto, seguidos de los irlandeses, con un 16%, o los daneses, con un 13,2%.
En el lado opuesto, en el vagón de cola, además de España, con el mencionado 3% del total, está Italia, con el 4,1%, y Holanda, con el 4,9%.En el lado opuesto, en el vagón de cola, además de España, con el mencionado 3% del total, está Italia, con el 4,1%, y Holanda, con el 4,9%.
En conjunto, España aparece dentro del panorama europeo como uno de los países que menos presupuesto dedica a protección social, tan sólo el 19,6% del PIB en 2003, último año sobre el que hay datos acumulados de todos los países, frente al 27,7% de la media de la antigua Unión Europea de quince países o el 27,4% de la actual de veinticinco.
Suecia, la que más ayuda
Por detrás de España dentro de la UE-15 tan sólo está Irlanda, con el 15,9% de su PIB destinado a protección social. Suecia es el país de la Unión Europea que más dinero destina a protección social de sus ciudadanos, el 33,5% de la riqueza del país.
Pero en el caso de España no es que se destine poco a protección social, paraguas bajo el que se engloban ayudas a ancianos, salud, invalidez, familia y niños, desempleo o alojamiento y exclusión social, sino que además los aumentos de estos fondos han sido muy exiguos en los últimos años, a un ritmo de un décima por año, como ocurrió entre 2003 y 2002, frente a un aumento de seis décimas de la media comunitaria.
De hecho, según Eurostat, nuestro país ha pasado de destinar el 22,8% de su PIB a este capítulo en 1994 a tan sólo el 19,7% de 2003, disminución que no ha ido acorde con la media europea, que ha aumentado.
En cuanto a 2004, las estimaciones totales del gasto en protección social reflejan la misma tendencia de escaso aumento del capítulo dedicado a la familia y a los niños, tan sólo 6 décimas hasta alcanzar el 3,9% del PIB de la media de los diez países europeos que han avanzado los los datos, entre los que está España. Esta realidad, el escaso apoyo a la estructura familiar y a la infancia en Europa, y sobre todo en España, contrasta con el discurso que suelen hacer los políticos de apoyo a la familia y al fomento de la natalidad, entre otras razones para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo ya que, según las previsiones de Bruselas, en 2050 habrá sólo dos trabajadores por cada pensionista.