Nos adherimos a la convocatoria, por parte del Arzobispado de Madrid, a la concentración en Madrid a favor de la familia cristiana, porque nuestra asociación defiende la familia y estamos con todo aquél que lo hace.Estuvimos allí, y nos llenó de alegría ver cuántos cientos de miles de españoles, entre ellos miles de valencianos, comparten nuestras inquietudes.
Estuvimos allí para reivindicar la importancia que tiene para la sociedad, para la educación de los hijos, para la paz, para el desarrollo, para la estabilidad personal y social, la familia.
Estuvimos allí para defender la familia, basada en la unión matrimonial estable de un hombre y una mujer abiertos a la vida; para defender la obligación que tienen los gobiernos y los poderes públicos de ayudar a esta institución básica, de instaurar medidas que afirmen y consoliden la unión matrimonial, que devuelvan en justicia a las familias la aportación que hacen a la sociedad, de que se habiliten medidas sociales para que las mujeres no se vean en la tesitura de tener que matar a sus hijos no nacidos, para que se defienda el derecho de los padres de educar a sus hijos, como refleja la Constitución, de acuerdo a los principios morales y religiosos que consideren adecuados.
Fuimos allí para mostrar democráticamente nuestras reivindicaciones y volvimos con la necesidad de defender otra reivindicación fundamental: nuestro derecho a expresar libremente nuestras ideas y convicciones, de proponer a la sociedad nuestro modo de entender la vida, que tiene mucho que ver con nuestra fe y nuestra religión, porque forman parte de nosotros y las ejercemos y la ponemos en práctica en todos los ámbitos de la vida y porque pensamos que son útiles para la sociedad.
Y además hemos adquirido un conocimiento en esta semana siguiente a la concentración en Madrid. Que el gobierno se ha dado por aludido, que se ha tomado como un ataque directo lo que era una petición y una expresión de unas reivindicaciones. Esto muestra dos cosas.
La primera es que va en serio su deseo, mostrado con la LOE y los dos reales decretos que desarrollan la asignatura Educación para la Ciudadanía, de instaurar una moral de Estado obligatoria y que no admite disensión democrática.
La segunda es que, si se siente aludido, es porque las leyes que han promovido, como la del divorcio exprés, la del matrimonio de homosexuales y su adopción de niños, la investigación con embriones, la LOE y la Educación para la ciudadanía y el descontrol de las clínicas abortivas, van en contra de nuestras reivindicaciones y convicciones.
Ah!, y otra cosa; también se ha visto que han hecho manifestaciones públicas de una forma menos… civilizada y democrática de la que nosotros hicimos en Madrid.
Enrique Manglano
Vicepresidente 1º de AVAFAM
Vicepresidente 1º del Foro Valenciano de la Familia