Se le considera familia numerosa a aquella en donde hay 3 o más hijos, lo cual en estos tiempos es algo escaso por distintas razones que no vienen al caso.Lo importante es conocer las ventajas que tienen los niños que crecen en una familia donde hay más hermanos y cómo esta situación los ayuda a formarse desde pequeños.
Ventajas de los hijos de familias numerosas
Si bien es cierto que el carácter viene determinado desde el mismo momento en que el ser humano es concebido, la mayoría de los aspectos de la personalidad evolucionan dependiendo de la educación y el contexto donde se crece.
Los hijos de familias numerosas, se forman en unas condiciones diferentes que los llevan a desarrollar algunas habilidades con más facilidad.
Citamos algunas:
Aprenden a compartir con mayor facilidad, son generosos por naturaleza.
Son más independientes y autónomos.
Se les desarrolla el espíritu de servicio desde pequeños.
Tienen un alto sentido de tolerancia, debido a que deben aprender a convivir con más personas.
Son menos caprichosos, saben que sus padres no se pueden concentrar únicamente en ellos.
Son más sensibles a las necesidades y bienestar de los demás, independiente que sean de su familia o no.
Valoran la familia y se preocupan por cada miembro de ella.
Son hijos proactivos, en vez de lamentarse se ocupan en actuar.
Se crean relaciones de amistad entre los hermanos.
Tienen un alto grado de responsabilidad, pues desde pequeños tienen a cargo las labores del hogar y el cuidado de sus hermanos.
Son propensos a madurar más rápido, deben afrontar retos y dificultades desde las primeras edades.
Son consientes del esfuerzo que hacen sus padres por darles los bienes materiales y por ello, tienden en menor medida, a hacer mal uso de los recursos (dinero, energía, agua, útiles escolares, alimentos, etc.)
Son hijos que están siempre acompañados y crecen en un ambiente hogareño.
Poseen una gran tolerancia a la frustración, lo que lleva a una alta autoestima.
Son individuos más comprensivos ante las situaciones difíciles y asumen las adversidades con entereza y fortaleza.
Debido a las condiciones económicas y demás circunstancias, estas familias suelen acudir a un ser superior y así fortalecerse espiritualmente.
No sobra decir que las características expuestas anteriormente son el patrón general que desarrollan los hijos cuando reciben una buena educación de sus padres y son criados bajo un ambiente amoroso, sano y una familia sólida.
No obstante, habrán casos excepcionales en que los niños no se comportan de esta forma y se revelan ante tener que compartir sus juguetes, su habitación, recibir las herencias de sus hermanos mayores, etc.
Sin embrago, esto obedece al tipo de personalidad y carácter, los cuales deberán ser tratados por los padres para ayudarles a adquirir ciertas virtudes.
En resumen, la familia numerosa bien constituida, es un ejemplo de amor, tolerancia, disciplina, capacidad de compartir, generosidad, respeto, orden y demás valores que hacen que sus miembros experimenten un invalorable aprendizaje para la vida.