TOMÁS MELENDO, CATEDRÁTICO DE FILOSOFÍA Y DIRECTOR DEL MÁSTER EN CIENCIAS PARA LA FAMILIA. Melendo critica el individualismo y la despersonalización El catedrático considera que el conflicto entre padres e hijos radica en que «muchos progenitores no se entregan lo suficiente».Tomás Melendo se define como un enamorado de la familia. Casado y con siete hijos este catedrático de filosofía de la Universidad de Málaga defiende a ultranza el valor que juega esta institución en la sociedad actual. Su entusiasmo le ha llevado a dirigir el primer máster universitario en ciencias para la familia. Un posgrado pionero que se imparte estos días en la UMA ante 36 alumnos. -¿De dónde surge la novedosa idea de organizar un máster sobre la familia? -Bueno, curiosamente la idea de organizar este posgrado se remonta a 15 años atrás cuando disfrutaba de una beca en Alemania. Fue allí, alejado de los míos, cuando realmente me di cuenta del valor de la familia. Desde entonces, he realizado numerosos estudios, he impartido cursos y he escrito más de una decena de libros sobre esta institución. Pero siempre al margen de la Universidad. El año pasado un compañero me sugirió hacer algo en el seno de la UMA, le di vueltas y me pareció un proyecto interesante. Así comenzó todo. -Explíquenos en pequeñas pinceladas en qué consiste este proyecto, que dio sus primeros pasos el pasado 21 de enero -Se trata de un máster de dos años de duración y un total de 650 horas teóricas y prácticas que nace con el objetivo de proporcionar un conocimiento científico de la familia y sus posibilidades de mejora. Su originalidad radica en que es el primer proyecto de esta envergadura que se imparte desde la Universidad pública. Otro de sus alicientes es la multidisciplinariedad de sus contenidos, impartidos por catedráticos de áreas como Humanidades, Derecho, Psicopedagogía, Economía o Medicina. -Y la aceptación, ¿ha sido buena? -La verdad es que no nos podemos quejar. Por ahora, tenemos 36 alumnos de perfiles muy variados. -Usted es un firme defensor de la familia. A su juicio, ¿qué papel juega esta institución en la sociedad actual? -Un papel esencial. Los seres humanos están fuertemente influenciados por la familia, hasta el punto de que la calidad del entorno familiar determina todas las actividades de la persona y la marcha de la sociedad. El hombre es, ante todo, un ser familiar. Cualquier problema está ligado a la familia. Por ello es importante que médicos, profesores, psicólogos y empresarios tengan en cuenta esta realidad. -¿Cree que la unidad familiar tiene el suficiente respaldo por parte del Gobierno? -La familia no tiene el protagonismo que debería de tener. Es más, pienso que existe un cierto vacío legal al respecto, sobre todo, en lo que atañe a las ayudas a familias numerosas. El respaldo económico es insuficiente. -Madres solteras, separaciones, violencia doméstica, conflictos entre padres e hijos… ¿Qué falla en la familia actual? -A mi juicio, el problema es el individualismo y la despersonalización que triunfa en la sociedad. Hay que aprender a poner entre paréntesis el propio interés y pensar más en los demás. -¿Por qué tantos fracasos en los matrimonios? -Sinceramente creo que las parejas que fracasan en porque han perdido la idea de que la vida en común debe ser una gran aventura, aunque implique dificultades. -Padres e hijos parecen hablar idiomas diferentes. ¿A qué se debe esta falta de entendimiento? -Creo que el problema radica en que muchos padres no se entregan los suficiente. Intentan comprar a los hijos con regalos, pero ésa no es la solución.