Horas después del llamamiento de López Trujillo a la objeción de conciencia, Eduardo Martínez Somalo criticó el matrimonio homosexual en presencia del Rey y de los ministros de Justicia, Asuntos Exteriores y Defensa

La aprobación del matrimonio homosexual el pasado jueves 21 de abril en el Congreso de los Diputados, primer trámite parlamentario para la luz verde a la reforma del Código Civil, ha generado críticas desde Madrid hasta el Vaticano, pasando por otros lugares del mundo. La coincidencia de la votación con los días previos a la ceremonia de entronización, que marca el inicio del pontificado de Benedicto XVI, ha hecho que el Gobierno español tenga que escuchar más de cerca algunas valoraciones en defensa del matrimonio real entre hombre y mujer, muchas de ellas procedentes del mismísimo Colegio Cardenalicio. Un ejemplo de ello es el comentario del cardenal camarlengo, el riojano Eduardo Martínez Somalo, quien avisó que “no se puede ir contra el derecho natural y la moral de la persona”. Lo hizo el pasado sábado durante una cena en la que estaban presentes los Reyes Juan Carlos y Sofía y los ministros Juan Fernando López Aguilar (Justicia), Miguel Ángel Moratinos (Exteriores) y José Bono (Defensa).


 


Sólo unas horas antes, el cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, había asegurado, en unas declaraciones recogidas por el diario italiano IL CORRIERE DELLA SERA, que “lo que se está haciendo en España, además con una mayoría restringida, es la destrucción de la familia”. Y el mismo domingo, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió el proyecto de ley con esta frase: “Pido a los dirigentes del Partido Popular que miren a los ojos a sus amigos o conocidos que son homosexuales y les digan que son ciudadanos de segunda”. Una vez más, el jefe del ejecutivo confunde trato administrativo desigual (que es práctica habitual, por ejemplo cuando se dice que, para acceder a plazas de policía, hay que medir 1,70) con discriminación.


 


La prensa italiana, mientras tanto, ha puesto estos días en ridículo al Gobierno español. Por ejemplo, califica de “provocación” que Zapatero haya enviado a López Aguilar, el mismo que celebraba el otro día el primer visto bueno parlamentario al matrimonio homosexual besándose con el dirigente socialista y destacado militante del lobby gay Pedro Zerolo. Su imagen ha sido reproducida y, al mismo tiempo, se ha convertido en un motivo de mofa hacia la sociedad española.


 


No es la primera vez que el gabinete socialista de Rodríguez Zapatero recibe críticas de la Iglesia a su proyecto de ruptura antropológica estando presentes algunos de sus miembros. En la intervención de Martínez Somalo durante la cena del sábado, en la que también estuvo presente el líder de la oposición, Mariano Rajoy, entre otros políticos, se comenta que Bono fue el único ministro que aplaudió y que los otros dos, Moratinos y López

/* Estilos para menú plegable móvil Divi */ /* JS para menú plegable móvil Divi */