LA familia ha existido siempre y siempre existirá, pues sin ella es imposible la Humanidad. A lo largo de la historia, en todo lugar y tiempo, se ha identificado ese núcleo formado por el hombre y la mujer que se quieren y comparten sus vidas, abriéndose a la generación como algo inmensamente valioso para la sociedad, pues proporciona el nicho ecológico de las nuevas vidas. Además, el parentesco de consanguinidad derivado de la paternidad-filiación es el lazo de solidaridad más potente que se ha conocido nunca y hoy sigue sustentando a las sociedades.
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