La soledad y desatención de muchos menores pone en evidencia el fracaso de las políticas actuales de conciliaciónLa Asociación Valenciana de la Familia y Familias Numerosas (AVAFAM) quiere hacer un llamamiento público a favor de la racionalización de los horarios laborales, para que sean acordes a las necesidades que plantea la vida en familia, y permitan atenderla y disfrutarla de forma adecuada.
Con motivo del Día Mundial de los Derechos de la Infancia, que se celebró el pasado 20 de noviembre, AVAFAM quiere resaltar el papel de la familia en la felicidad de cualquier menor y la importancia que ésta tiene en el desarrollo formativo, humano y psicológico de los niños. En este sentido, la Asociación Valenciana de la Familia y Familias Numerosas considera que uno de los principales derechos de los niños debería ser el poder pasar con los padres el tiempo necesario, algo que hoy en día no resulta fácil, debido a la existencia de unos horarios laborales irracionales desde el punto de vista familiar.
AVAFAM cree que a pesar de todo lo que se lleva hablando sobre conciliación de vida laboral y familiar, todavía son muchos los padres y madres que no llegan a casa hasta las 9 de la noche, lo que supone que el niño pasa mucho tiempo solo o en compañía de otras personas que están a su cuidado, pero que no le pueden aportar los mismos valores y apoyo que la familia. “Seguimos teniendo una asignatura pendiente en este terreno porque las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar no han funcionado o son insuficientes. Es necesario un esfuerzo mayor, una implicación efectiva por parte de las administraciones para que se articulen mecanismos, incentivos, que hagan que la ansiada flexibilidad horaria y la adecuación de los horarios sea real”, explica el Presidente, Fernando Juan Bosch, quien considera que “no sólo se deben involucrar las administraciones, sino también las empresas, mediante políticas de flexibilidad, y a la sociedad en general, para se valore el tiempo y se gestione eficazmente entre nuestras tres áreas: personal, familiar y profesional”.
Pocos hermanos
El fenómeno de la soledad de muchos menores, por las exigencias laborales de los padres, se ve agravado en un momento de crisis demográfica como la actual, con un índice de fertilidad de 1,4 hijos por mujer y una pérdida importante de lazos familiares, debido a que cada vez hay más hijos únicos y los niños tienen pocos o ningún hermano, y también pocos primos. “Si faltan hermanos, y se pasa poco tiempo con los padres o, en su defecto, con los abuelos, faltan los principales referentes del niño, que no se desarrollará de la misma forma que un niño que puede hacer los deberes con la compañía y apoyo o supervisión de su padre o de su madre y puede después jugar con sus hermanos”, lamenta el Presidente.
La entidad familiar pide a los responsables políticos que tengan en cuenta a los niños, en el diseño de las políticas públicas, a pesar de que con ello no obtengan el rédito de los votos. “Los niños no son rentables para los políticos porque no votan, pero son lo más importante que tiene una sociedad; son los ciudadanos del futuro y nuestro futuro dependerá en gran medida de su grado de felicidad, de su adecuada formación, de su equilibrio emocional”, concluye Fernando Juan Bosch.